Pues sí, eso es lo que realmente me encanta hacer en cada sesión: capturar esos pequeños momentos que cuentan historias profundas y significativas. Madurar es, sin duda, mucho más sencillo de lo que a menudo pensamos. Hay un punto en el que las cosas más simples de la vida empiezan a llenarnos mucho más; el esfuerzo por aparentar, por "pujilatearse", se siente cada vez más como un peso, un trabajo que nos provoca flojera. Al final, crear momentos de felicidad genuina es lo que verdaderamente nos hace sentir vivos y completos. Este es ese hermoso “aha moment” que nos llega a todos, en su propio tiempo. Algunos tardan en encontrarlo, pero puede llegar si tenemos la mente y el corazón abiertos. ¿Has pensado en qué te hace realmente feliz? ¿Te tomas el tiempo necesario para sentirte pleno/a y en paz contigo mismo? ¿Qué tal si dejamos de lado las cosas materiales que suelen distraernos y nos centramos en lo que realmente sentimos? Querer, abrazar, hacer el bien, sonreír, mirar y confabular… a fin de cuentas, de eso se trata la vida, ¡de vivir! Este slideshow es solo un poquitito de lo que he podido capturar en lugares tan maravillosos como Japón, Hawái, España, Portugal, Corea y Puerto Rico. Cada imagen la tomé porque imaginé más allá de lo visible. Esa agarrada de mano cómplice, el pajarito que se posó en la estación de tren, mis hijos saliendo de una iglesia pintada a mano en Hawái… me pregunto, ¿qué estarían sintiendo en ese instante? ¿Qué pasarían por sus mentes? Definitivamente, ya he decidido que observaré más detalladamente cada momento, inventaré historias ricas y vibrantes a partir de esas imágenes con mayor frecuencia; será parte de mi proceso creativo y de mi búsqueda por la autenticidad.